Vivimos tiempos difíciles en los que la crisis económica ha diezmado nuestro poder económico. Algunas personas, ya sea por pura desesperación o malicia, deciden lidiar con esta problemática recurriendo al hurto del patrimonio de otras personas. Esto supone motivo más que suficiente para prepararnos frente a estos escenarios y contar en nuestro hogar con un sistema de seguridad que nos ayude a defendernos frente a los ladrones que puedan entrar en casa. Pero, con tantas opciones diferentes para proteger nuestro domicilio, ¿cuál es la que mejor se adapta a nuestras necesidades?
A continuación vamos a hablarte en detalle acerca de las alarmas cableadas: sus características principales, funcionamiento y principales diferencias respecto a las alarmas inalámbricas.
Tabla de Contenidos
¿Qué son las alarmas cableadas?
Las alarmas cableadas se tratan de sistemas de alarma que ven sus diferentes componentes conectados a través de cables. Dicho cableado permite que la señal llegue antes al panel de control, facilitando así la llegada de la señal de aviso a la Central Receptora de Alarmas en caso de que el servicio contratado disponga de ella o, en su defecto, al teléfono móvil con el que se haya sincronizado. Una vez comprobada si la señal es correcta, el siguiente paso que deberá tomarse será tomar las medidas pertinentes, tales como llamar a la policía o acudir al lugar en el que se han dado lugar los hechos. Estas alarmas suelen contar con elementos tales como detectores de movimiento, infrarrojos, sistemas de apertura, de exterior… entre otros, los cuales se activarán cuando se detecte una irregularidad en el domicilio.
¿Por qué debería instalar una alarma cableada en mi hogar?
A continuación vamos a explicarte las razones principales por las que deberías contar con un sistema de alarma cableada en tu hogar:
- La conexión cableada de los sensores que conforman este sistema de alarma le confieren inmunidad frente a los sistemas inhibidores de alarmas.
- La conexión por cable de sus componentes permite detectar rápidamente qué sensores se encuentran en mal estado, para así proceder lo antes posible a su reemplazo. Se recomienda enviar a un técnico de inmediato para que proceda a ello.
- Tanto el precio de los sensores como del resto de los componentes de este tipo de alarmas son mucho más asequibles, al contar con una configuración más sencilla.
- El mantenimiento suele ser mucho más barato, al usar sensores alimentados por electricidad y no por baterías.
¿Es mejor una alarma cableada o inalámbrica?
Las alarmas inalámbricas son sistemas de alarma capaces de recibir y de enviar señales sin necesidad de conectar los componentes por cables. Dichos sistemas emplean sensores capaces de captar la presencia de individuos, así como sirenas que emiten sonidos de alerta en caso de detectar anomalías y conexión directa con una centralita o panel de control que recibirá y enviará señales sin necesidad de cableado. Esta centralita se trata de un dispositivo compacto, con autonomía y portátil que podrás llevar adonde quieras en tu hogar y con el que podrás avisar a la Central de Alarmas en caso de que algo no vaya bien y necesites de asistencia.
Pese a lo prácticos que pueden llegar a ser estos sistemas de seguridad, lo cierto es que las alarmas cableadas presentan claras ventajas frente a las inalámbricas:
- Resistencia a los inhibidores de frecuencia.
- Mucho más fáciles de mantener.
- Son capaces de detectar rápidamente los dispositivos que no funcionan adecuadamente.
- Si bien cuentan con mayores garantías, las alarmas inalámbricas requieren de una instalación mucho más compleja y costosa.
¿Cuánto puede costar una alarma cableada?
Por lo general, las alarmas cableadas son distribuidas por las compañías de seguridad. Así, en función de la empresa de la que decidas contratar esta instalación, el precio de la misma será mayor o menor. También hay que tener en cuenta varias características relacionadas con el espacio a proteger, así como el número de elementos que utilice la alarma para su funcionamiento, los servicios adicionales incluidos… entre otros. Los tres elementos a tener en cuenta a la hora de calcular el precio de una alarma son:
- Coste del equipo: pese a que varía mucho en función de la compañía que decidas contratar, el coste aproximado puede llegar hasta los 300 euros.
- Coste de instalación: depende del tipo de alarma, así como de su grado y del número de dispositivos empleados. Esta parte del precio puede suponer el pago de entre 50 y 100 euros, aunque deben tenerse en cuenta las promociones disponibles.
- Coste mensual: lo que deberás pagar por el mantenimiento y la conexión con la Central Receptora. Por lo general, esto suele suponer el pago de una cuota mensual que oscila entre los 30 y 60 euros.
Si estás interesado en contratar una instalación de alarma cableada, asegúrate de investigar previamente las diferentes compañías que ofrecen este tipo de servicios y compara precios para, de esta manera, encontrar la oferta con la mejor relación calidad-precio.